El placer erótico después de los 50´s
“El sexo después de los 50 puede ser el mejor sexo de tu vida”.
—Iris Krasnow.
Cientos de películas han salido describiendo la trama de parejas estables o personas cerca de los 50´s -o más- con vidas eróticas muy placenteras, ya sea porque encuentran a una nueva pareja para ello o porque reencienden la flama de la pasión. Por el otro lado, encontramos títulos de libros que se leen por centenares también, que hablan de cómo llevar una vida sexual placentera después del ´nido vacío´ o después de los 50´s.
Al ver eso en películas es probable que al voltear a la vida real nos sintamos que ni en sueños tendríamos esa vida, porque a veces parece que eso no es para nosotros y que es parte de algunas personas afortunadas, además que probablemente nos de terror abordar el tema con la pareja por temor a abrir la caja de pandoras, entonces permanecer en silencio y no exigir mucho, será más saludable y seguro dentro de la zona de confort.
Evidentemente existen cambios químicos, físicos y mentales, que no se ajustan en nuestro pensamiento con los que se extrañan de la juventud; justo estos elementos que pudieran afectar la autoestima hacen que no nos adaptemos a la realidad y nos limitemos al placer. Por lo que atender la salud y el bienestar conforme vamos envejeciendo es fundamental para que el goce de la vida sexual sea satisfactorio.
El órgano sexual más importante es el cerebro, lo que pasa por nuestra mente nos estimula o nos bloquea, ¡la decisión está en ti!, de qué hacer con los pensamientos eróticos o fantasías que vienen a tu mente. Entre más estimulemos nuestros pensamientos y más los traslademos a experiencias, mayor libido tendremos. Si bloqueamos el deseo o no practicamos el amor, desde los besos (si esos, los franceses son altamente recomendados) pasando por las caricias y hasta el acto amatorio, nos estaremos alejando del placer y la libido empezará a disminuir y se vuelve como un motor sin usar… ¡difícil de arrancar cuando se necesite!.
Antes se creía que la llegada de la menopausia en las mujeres cancelaba la libido e impedía su respuesta sexual a causa de la disminución de andrógenos, lo cierto es que hay diversos estudios que invalidan esta hipótesis convertida en creencia; si bien, a medida que envejecemos disminuye esta hormona y adicionalmente con la evolución del climaterio y la llegada de la menopausia la persona nacida con órganos internos femeninos presenta una disminución de estrógenos, lo cual incide en la lubricación y turgencia o elasticidad de la vulva y vagina, pero dichos cambios naturales en la química no impiden a la mujer a tener libido y una vida sexual activa y placentera. Eventualmente, si se observaran limitaciones importantes, se sugiere la atención médica para tener tratamiento hormonal y en cuanto a la respuesta física emplear técnicas y productos para evitar sentir dolor, así mismo oportunamente tener la asesoría de una persona profesional en la sexología clínica en caso de dispareunia y/o vaginismo u otras disfunciones de la vida erótica.
En cuanto a los varones, también sufren con el paso de los años disminución de andrógenos, en especial la testosterona lo que afecta la respuesta sexual principalmente en la erección. Los problemas de erección causan ansiedad, miedo, frustración y emociones que afectan el bienestar de la persona y por consecuencia la vida erótica con su pareja debido a la falta de información en muchos casos. El miedo al señalamiento o juicio por otras personas que podrían vulnerar su masculinidad (que no debería suceder si se acude con profesionales de la sexología clínica o médico especializados) orillan al varón por lo general a silenciar su problema y a alejarse del placer sexual tanto a solas como en pareja.
También es importante identificar que existen medicamentos que reducen la libido y la respuesta sexual, se sugiere consultar al profesional médico para identificar si tienen ese efecto y llevar técnicas alternativas para el disfrute del placer.
El estado emocional de la persona es tan importante como el físico y químico, debe existir una buena relación con su pareja para que el juego previo y otros elementos de placer en la relación estén presentes y puedan lograr satisfacción sexual. Las experiencias de orgasmos y sesiones maratónicas de sexo pudieran ser un referente de placer, pero no quiere decir que sean la única forma de reconocer un acto amoroso satisfactorio, con la edad y el tipo de relación que se tiene, el placer puede ser considerado satisfactorio o no identificando diversos elementos de plenitud fuera de los tradicionales o coitocentristas.
Finalmente, las creencias o pensamientos limitativos de “lo que debería ser o sentir” si pueden afectar la experiencia de placer y repercutir en el bienestar sexual y de la relación. Por eso se aconseja acudir con un profesional de la sexoterapia integral para revisar elementos de la vida erótica y sexual y buscar así alternativas de solución de conflictos o mejoras para vivir experiencias más placenteras.
¡Por una vida placentera!